ATENTADOS GASTRONÓMICOS III

No lo negaré. Soy mucho más de carne que de pescado. Absténgase los malpensados.

Peeero, cuando se trata de Salmón (sí, merece escribirse en mayúscula) reconozco que me pierdo. Me encanta. A la plancha. Al horno. Sashimi. O ahumado. Incluso con sobredosis de anisakis lo devoraría sin pestañear.

Cuando era totalmente joven, pensaba que era alimento de alta alcurnia. De snobs y de gente con biblioteca con chimenea. !Qué error! Nunca supe qué me llevó a caer en tal memez, pero agradezco el momento en que decidí darle la oportunidad a este delicioso manjar.

El pescado ya lo conocen, y ahora les mostraré una manera sumamente fácil y rápida de elaborar. No les llevará más de 1/2 hora. Palabra.

SALMÓN CON VINAGRETA DE MANDARINA Y MENTA

Después de encender el horno para que se vaya calentando, pelen 3 mandarinas y lávenlas a conciencia para quitarles el máximo de albedo posible (Sí, amigos. "Lo blanco" de la mandarina se llama albedo). No es malo, pero queda mal en la foto ;) Salteen 1 desgajada a fuego muy lento mientras exprimen las 2 restantes y les añaden aceite de oliva y una pizca (muy pizca) de menta para la vinagreta. Si disponen de un mortero, no duden en utilizarlo puesto nos da un aire muy clásico y campestre al cocinar.

Salteamos también unos champiñones que harán de base al emplatar. Momento de meter el salmón en el horno, le añadimos aceite y pelín de pimienta. La vinagreta ya debería estar y sólo faltaría añadir unos piñones a la mandarina salteada. El sabor del piñón aumenta exponencialmente cuando lo tenemos dorado. Perfect.

Sacamos el salmón. Le preparamos la cama de champiñones. Añadimos la vinagreta. Colocamos los gajos de mandarina con los piñones encima y repartidos por el plato !et voilà!

Degusténlo tranquilamente y déjense mecer por las olas que evocan su sabor. Disfruten de la brisa marina y saluden a los pescadores y tejedoras de redes que les sonríen. Sí, cursi pero.... delicious!

Sobre reyes, tronos y gente bajita

Amanece y Poniente se prepara para aciagos y difíciles días. War is coming.

Los soldados no lustran sus armas porque en breve la sangre las teñirá de nuevo. Los criados temen más por su destino que los propios reyes. Algunos sirvientes hacen acopio de provisiones y preparan una posible huida.Las ciudades pueden dejar de ser seguras en cualquier momento. Granjeros y ganaderos rezan para que su tierra heredada no se convierta en campo de batalla. Los animales huelen el miedo y la muerte en la distancia. Incluso el viento parece susurrar antiguas canciones de guerra.

Unos lucharán por honor. Otros por venganza. Incluso algún loco lo hará por riqueza. Sentarse en el Trono de Hierro y gobernar los 7 reinos no es destino fácil.

En cuanto a ustedes, amigos, dejen lo que estén haciendo y prepárense. La guerra ha llegado y pueden deben ser testigos.

Pocas veces (se podrían contar con los dedos de una mano Simpsoniana) una serie grabó en mi retina imágenes tan poderosas. Unos personajes tan bravos, profundos o miserables. Si aún no saben de que les hablo, consigan la primera temporada de "Juego de Tronos". Comprénla, alquilénla. O robénla.
Disfruten de la mejor serie del momento (con su permiso, Mr. Heisenberg). Déjense atrapar por sus traiciones y mentiras o alimenten a su más profundo sentimiento del honor y la justicia.

Sin spoilear nada, les aviso; no busquen "buenos" ni "malos". Eso sería lo fácil. Poco maniqueísta en esencia, conocerán todo tipo de personajes. Doncellas luchadoras, príncipes cobardes y enanos seductores. Muy seductores.

En sus manos está ahora el ignorar mis palabras (nadie les culpará, pero tampoco esperen reconocimiento) o en ser testigos de la más apasionante historia que la cultura catódica nos puede ofrecer.

Sólo recuerden; las guerras pueden decidirse en el campo de batalla, pero no duden que comienzan en los pasillos más oscuros y en las más incestuosas alcobas.

Sobre groupies y botones

Verde. Verde. Amarillo. Rojo. Amarillo. Azul. Naranja sostenido. Sí, hubo concierto.

Y los vecinos no se quejaron. Y los municipales no vinieron.
Mucho tiempo hacía que el público lo pedía. Comentarios en la red, incluso promesas en petit comité. Pero llegó el día y no defraudaron. Como la gente humilde que son, obviaron a los pipas y montaron ellos mismos el escenario. Varios enchufes y metros de cable después comenzaron a tocar.
Tan excitados estaban por tocar juntos de nuevo que olvidaron las pruebas de sonido. No fué necesario.  El local, sala salón pequeño pero con buena acústica, auguraba un éxito seguro.

Empezar con un gran clásico era poco más que necesario. Cuando sonaron los primeros acordes de "More than a feeling", las ovaciones no se hicieron esperar. La voz del Padrí evocaba olvidados tiempos de puro Rock&Roll. Al bajo y a la batería, dos antiguos miembros de Los Goonies; Grupo casi disuelto por la reciente llegada de descendencia. Aunque ahora dedicarán más tiempo a canciones de cuna y arrullos, no malgastaron energía en sus respectivas interpretaciones. Mención especial a un nuevo componente del grupo. Conocido por sus seguidores como el Sicari, derrochó desparpajo y talento a partes iguales. Orgullosos nos sentimos de contar con tan insigne celebridad en nuestras filas.

Del repertorio, pues constatar que si bien fue de fuerte influencia clásica, con homenajes a The Doors, Boston, Journey, AC/DC o Queen, también ofreció un nutrido repaso a otro grupos como The Offspring, o la mismísima Lady Gaga, ofreciendo así un ecléctico concierto a gusto de todo el respetable.

Varios bises (y bastantes cervezas) después, deleitaron a la entregada masa con un fantástico fin de fiesta. "The final countdown" cerró una magnífica velada con la promesa de una pronta futura reunión.
Esperando que así sea, agradecer a todos la asistencia y la complicidad transmitida en tan inolvidable sesión.

Larga vida al Rock&Roll. Aunque los vecinos no piensen lo mismo.

Sobre nonuts y galimatías

Traductor para niños. Alguien debería inventarlo. Pero ya, por favor.


Es fácil deducir que "Nonut" significa Donut. Sobre todo cuando le ves masticando a dos carrillos la susodicha rosquilla azucarada y además le acabas de preguntar qué come.
O que "Mem" significa "Ven" cuando te hace el gesto explícito de "Acompáñame a la voz de ya porque paso de lo que me dices y como aquí mando yo, te toca seguirme".

Más complicado es cuando suelta un mejunje de palabras, sonidos y miradas que no sabes lo que significa.

- "Uoblibla" - dijo él.
- WTF - dije yo.

Envalentonado por el ansia de la comprensión, me dispuse a entenderlo. Por el contexto no me podía fiar, porque igual que ahora toca poner enganxinas, seguido hay que ir a la ventana a ver pitas. Viva el comportamiento caótico. Le pregunté que si quería jugar a otra cosa. Respuesta negativa. Le propuse salir al patio. Respuesta negativa. Incluso le pregunté si quería quedar este finde para tomar unas birras. ¿Adivinan? Respuesta negativa. Pero que miraría la agenda para el siguiente.

Si hay una cosa comparable con la paciencia hacia un peque, convencido estoy de que se trata de la paciencia hacia un adulto. Sus gestos cada vez eran más ininteligibles para mí y su cara
me devolvía una expresión de "mira que torpe eres por que no entiendes nada". Me gustaría decir que fui yo quien dio con la solución, pero mentiría. Hasta que no me trajo los elementos necesarios y una foto de los implicados, no lo vi claro.

 Por cierto, el "Dibujo de Epi y Blas" quedó precioso.

ATENTADOS GASTRONÓMICOS II

Segunda incursión gastronómica del blog. No apta para amantes de "Belleza Negra" ni "War Horse". Bueno, de ésta última sí, porque al final de la peli te dan ganas de que se hubieran comido al caballo.

POTRO A LA PLANCHA CON CANÓNIGOS
Alimento de la civilización desde tiempos remotos y enorme fuente de proteínas, el potro se caracteriza por tener apariencia similar a la ternera, aunque más oscura y un sabor más dulzón por así decirlo.

En cuanto a la receta, quizás ya empecé con el problema de cortar la carne demasiado pequeña. Quería huir del típico filete entrecotesco. Se solucionó salteado a fuego mega suave la carne y durante unos pocos minutos. Especiada con un poco de comino para seguir con el aroma dulce. Pero muy poco, porque tampoco es plan de amargar la carne. Acompañada la carne de una ensalada de canónigos y tomate con una picada de pepinillo, palmitos y jugo de tomate.

Añadimos justo antes de emplatar unas escamas de sal y listo para comer. Conjunción fresca para una carne no difícil, pero sí curiosa para paladares más versados en la gastronomía bovina o porcina.

Y hasta aquí la receta de hoy. Tengan en cuenta que son fáciles (muy fáciles de realizar) y no deben esperar esferificaciones ni deconstrucciones. Aunque, ¿quién sabe? Un día podrían llevarse una sorpresa.

Sobre hipopótamos y potitos

Buen rollo, mantas y salchichas con tomate. Bienvenidos al Pícnic Jazz.

La tan esperada cita no ha defraudado. Nunca lo hace. Viejos amigos y nuevos (que también los hubo), compartiendo risas, anécdotas y cómo no, comida. No éramos indios aunque por nuestras ideas alguno lo pensaría. Ni colonos aunque la infraestructura hiciera dudarlo. A falta de pavo, el clásico: salchichas con tomate. Tortilla de patatas (recetas autóctonas y variaciones germánicas). Imposible decantarse. Hojaldre para perder el oremus y nachos. Amén de otras delicatessen como croquetas, ensalada de arroz o pollo empanado. Mención especial para los postres. Olvidando unas fallidas cookies, nos centramos en el bizcocho. Una locura. Ahora sé de qué están hechas las nubes. Y hablando de nubes, ¿quién puede resistirse a un pequeño tastet de chocolate caliente con marshmallows?

¿Recuerdan al monstruo de los marshmallows? Pues no podíamos ser menos y también tuvimos. Son pequeños, escurridizos y eran muchos. Los niños.

Cada año es inevitable ver como la prole va creciendo. Hijos, sobrinos y vecinos (alguno hubo que se coló en nuestra manta). Extrañamos al más reciente que por compromisos no pudo venir, pero aseguró estar en la próxima cita. Hubo que corrían; que gateaban. Incluso que abrumaban con sus comentarios y desparpajo. Los niños son el futuro y con éstos, sin duda está en buenas manos.

Los indios del presente. Los colonos del mañana.

ATENTADOS GASTRONÓMICOS I

Soy un alquimista, no un cocinero. Espero lo tengan en cuenta sus señorías.

Mezclo ingredientes con el afán de dar con una combinación ganadora. Bueno, tampoco espero encumbrarme en el Olimpo de la cuisine, ni mucho menos. Mi esperanza es poder disfrutar con cada plato que preparo y que la experiencia resulte cuanto menos, saluble.
Dicho esto, mi primer aporte gastronómico al blog: 

POLLO AL TÉ DE LIMA VERDE

 Basándome en la premisa de un clásico pollo al horno pero diferente, maceré el pollo durante unas 12 horas en una salsa Teriyaki con miel. Añadí también el té de lima verde. Sólo las hojas, sin preparar la bebida. Tiempo suficiente para que la carne se haya ablandado y aromatizado. El resto, fácil es adivinar. Hornear a fuego muy lento y salsear un par de veces con el jugo resultante. Éste, también puede ligarse con un poco de harina y mantequilla a fuego lento para espesar la salsa.

El pollo está acompañado de cebolla caramelizada. Encuentro muy interesante la mezcla de algo dulce con la acidez y frescura que desprende la carne. Una fina cama de mostaza de Dijon y para finalizar, añadí los limones previamente horneados. Sólo a gusto de fans de la acidez, puesto que aún habiendo perdido jugo, aún conservan un potente sabor.

Y el resto es historia. Ni que decir tiene que el té de lima verde (así cómo otras variedades), les recomiendo encarecidamente que lo adquieran en Temàtic (Nou de Sant Pere, 21 Terrassa, Barcelona). Nunca tan reducido espacio contuvo tantas ni tan sugerentes experiencias aromáticas y gustativas.

Sí, lo sé, como Padrino soy un desastre...

Sobre helados y axiomas

Pueden crucificarme. Nunca he sido amante de los helados.


Miento. ¿Recuerdan en qué blog se hayan?. Tengo vagos recuerdos de algún atracón de Frigopies cuando era chinorri. Pero aparte de eso y algún MiniMilk (sí amigos, yo era un temerario de los sabores) no tengo constancia de nada más.
Los postres son otra cosa. Sobretodo el Tiramisú, que merece escribirse siempre con mayúscula, es un caso especial. O el Pastís de Pastanaga (Euphorium Bakery vs. Cosmo).


Volviendo al tema de los helados, probablemente me decante por uno de vainilla. Un clásico. Ustedes hagan lo propio con su favorito. Ténganlo delante y mírenlo con la atención y cariño que se merece. Atrevánse a probarlo. Pausadamente, introduzcan la cucharilla y vean como se abre paso entre la cremosa masa. Llévenselo a la boca y sin prisa saboreen y analicen textura.
Bueno, ¿no?
Ahora, añadan pepitas de chocolate al helado. Frutos rojos o incluso pequeños trocitos de cookies. Dependerá del gusto del helado y del suyo propio. Vuelvan a saborear y  piensen. Probablemente lleguen a la misma resolución que el señor Koothrappali y de la que me declaro desde ya fan incondicional.

No veo posible estropear mi helado de vainilla con pepitas de chocolate.

Sobre pastosos y Fashionable Male

Ya es oficial. Soy un Gafapasta. Al menos un par de días a la semana. Cuando me creo que voy arreglado. El resto, aún me resisto a ver la vida enmarcada en negro.

No me sentiría un blogger si no tuviera unas gafas de pasta negra para reafirmarme. El siguiente paso es que me lean. Pero eso no es tan fácil como pagar por unas lentes.

Decidí acceder debido a mi creciente y totalmente inesperada afición por la imagen. Me explico. Lejos de ser un fashion victim (al mundo le sobran), tengo el nuevo hobby de combinar prendas y colores con un cierto medio éxito. Sumémosle que descubrí el H&M de hombre y tengo personal shopper. (Carel·li, I hate you but I love you).

Eso sí. Me niego a dejar de llevar mis camisetas. Pero esa, es otra historia.

Sobre meneos y gatos grandes

Meneos. Nunca los he querido y nunca me los había planteado. Obviamente poco importa eso cuando te llega sin previo aviso. Poca experiencia tengo en el tema como para dar a parar con una situación que está a punto de superarme. La esperanza es lo último que se pierde, pero en el horizonte se vislumbra ya la silueta del hastío neguit. Intento sobre llevarlo esperando despertar un día y que los procesos se alineen o cuanto menos, se despejen. El resultado ya empieza a parecerme lo menos importante. ¿Alguien ha dicho críptico?

Por otra parte. O por la misma, pero me resisto a verlo así por la parte que me toca. Mis más sinceras felicitaciones a Marshall y Lily. Y a su pequeño arándano. No podría imaginar otro ambiente mejor para un recién llegado. No le faltará nada y le sobrará amor y atención.
M.J. lo tenía claro desde el primer momento: "Face it, Tiger, you just hit the jackpot!". Aplicable a cualquier felino, of course.

Sobre Mentiras y Verdades

Como no lo podría expresar nadie mejor, Bro lo calificó de ejercicio onanista en toda regla.

Imposible no estar totalmente de acuerdo con él.

Inicio esta andadura con el único propósito de no desfallecer al día 2 (del Día 1 hablaré otro día). Miento, y de eso me daré cuenta en muy breve. Quizás no busque fama. Ni reconocimiento. Sólo ese segundo minuto de gloria o simplemente busque que me pidan prestado un libro alguna vez.

Me reto a hacerlo (que no intentarlo).