25 de mayo de 2012

ATENTADOS GASTRONÓMICOS - X

- ¿No has probado nunca la tartiflette? -dijo el comerciante italiano de quesos.
- Nop -dije yo
- Pues esta es la receta -me contestó-.Toma nota.


Antiguamente, se transmitían las recetas de generación en generación y tenía su encanto. En este caso, se produjo en una parada de quesos en la última Fira Modernista de Terrassa. Voto a Brios que también ha de ser válida.

[Modo recreación histórica: ON]
Corrían los años 80 en el macizo de Aravis, Alta Saboya, Francia, cuando el Sindicato Interprofesional del reblochon (queso protagonista en esta receta) se dio cuenta que había que aumentar (o doblar, o triplicar) las ventas de dicha variedad láctea.

El sabio Consejo y probablemente los druidas y animistas de la contrada (vale, ésto es falso), se reunieron para buscar una solución. "Inventemos una receta", se oyó al fondo de la sala. Y así fue. Le pusieron el nombre tartiflette, como derivación de tartifla, que en su lengua (el arpitano) significa patata. Y ese es el otro ingrediente imprescindible para el plato de hoy.
Espero que druidas, sabios y todos los saboyardos (no quiero risas) me perdonen por fusilar este plato que con el tiempo sí que llegó a considerarse el plato estrella de la cocina saboyarda. No quiero risas aquí tampoco.

TARTIFLETTE

Preparamos el horno para que se vaya calentando, mientras cortamos a daditos (de 1.5 cm por lado como mucho) unas patatas. En esta ocasión las haremos fritas, ya que es la manera favorita del comerciante de quesos que me regaló la receta. Otra manera es solamente hervir las patatas. Mientras vamos friendo (no mucho, doraditas estarán bien) las papas, cortamos unas cebollas y las ponemos a fuego lento.
Le añadimos unos daditos de bacon y salpimentamos. Mientras tenemos el fuego bajo, le añadimos un vaso de vino blanco. Y removemos con cuidado. Un poco de nata líquida será lo siguiente que le pondremos. Con un vaso bastará.

Por otra parte, y fíjense que ya vamos terminando, ponemos en una fuente para horno, un poco de mantequilla en el fondo. Una vez hecho esto, ponemos las patatas fritas en el fondo de la bandeja. Añadimos la mezcla de las cebollas, bacon, todo rehogado con la nata y el vino.
Y falta la estrella del plato. El reblochon. Queso de olor potente pero de sabor muy cremoso. Muy similar al brie, pero con un gusto y textura no tan "mantecosa". Lo cortamos en lonchas y las colocamos en la fuente.


La intención es meterlo en el horno y que se funda el queso. Nos ayudaremos muy cuidadosamente con una cuchara de madera para mover la mezcla y permitir así que el queso se mezcle bien con las patatas y la cebolla.

Sacamos del horno y servimos. Muy caliente. Buscamos un acompañamiento ligero como una ensalada y dispónganse a disfrutar de este plato que no deja de ser tradicional a la par que ochentero.

Nota: Primer Atentado Gastronómico perpretado en presencia de un buen número de comensales. Fueron jurado y verdugo. Mientras agradezco su presencia, espero sepan desde aquí perdonar los errores o negligencias de un servidor.

5 comentarios:

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  2. Voto a Brios que estaba espectacular!!!! [Modo Histórico OFF]

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  3. A estas horas uno no puede ver estas fotos!! Y yo sin preparar la cena :P

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  4. Sr. XaviS, sepa que la cena es lo de menos. Lo importante es la comida de mañana.☺

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